sábado, 17 de marzo de 2012

El destino hacia Javier

La Javierada dejó, literalmente, en estado "off" a varias residentes. Pero no os preocupéis: tras una semana ya nos hemos recuperado de los 35 o incluso los 58 km que las más osadas se atrevieron a emprender.

La pequeña excursión hacia el castillo de Javier hizo que las valientes expedicionarias estuvieran de pie, nunca mejor dicho, a las 5 de la mañana. Su recorrido empezaba desde el mismísimo Colegio Mayor Olabidea y acababa en el más mismísimo castillo de Javier. El resto de cobardes, lo hicimos un poco más tarde, desde Monreal.


Aunque cuando se llegó al primer quilómetro el desánimo fue general, al pensar que se trataba del décimo, y a pesar de que las ampollas hicieron acto de presencia entre las que no siguieron el consejo del doble calcetín, valió la pena: ¡regalaban comida!

La llegada a Javier hubiera podido ser más triunfal, pero fue digna de recordar, ya que el alegrón de la cima lo experimentamos ni más que menos que en tres ocasiones: la primera, cuando abandonamos la carretera -una hora antes de la real llegada-. La segunda, cuando alcanzamos el cartel "Bienvenidos a Javier" -media hora antes-. La última, tras subir la escalinata que tanto hizo enrabiar a las ampollas... A las cinco menos cinco, hora en la que empezó la Misa.

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