Otro chip. Como Pedro por su casa. Las de segundo especialmente, y la escasa pero suficiente representación de tercero y cuarto son el otro rollo de Olabidea. Gracias a ellas el cole es lo que es ahora mismo. Con qué traza han integrado a las de primero. Qué orgullo de junta colegial. ¡Y qué convivencia de veteranas! Vayamos por pasos. Este curso se estrenó con una seria charla sobre la acogida, que por lo visto penetró de forma satisfactoria en sus mentes. Las veteranas ya no estrenan carpetas y estuches por el campus, pero lo que realmente las diferencian de las nuevas es la seguridad que llevan en las caras los primeros días. Aunque solamente por ahora. Más adelante, todas andarán bajo la misma firma: a-go-bios.
Tras algo de tiempo para recuperarse de la vuelta a la dura rutina, una semana después de la llegada a Olabidea por segunda, tercera o cuarta vez se procedió a la votación de la Junta Colegial de Olabidea, o en otras palabras, las cinco chicas que representarán este curso a las 80 residentes que formamos el colegio. Tras un escrutinio muy reñido que nos dejó a todas sin uñas, no hubo nadie a la que no le sorprendiera el resultado final, pero así fue: Ane Murua salió decana de Olabidea (si os suena su nombre… no sabemos por qué será. Ah sí, que repite decanato).
Siguientes: Alba Gómez, vicedecana. Begoña Plaza, secretaria. Carmen Camey y Ana García-Blanco, vocales. ¡Enhorabuena a todas ellas y buena suerte! Empieza un curso que promete.
Aún hay más. Altorricón entró en nuestras vidas durante el pasado fin de semana. Motivo: convivencia de veteranas. Motivantes proyectos colegiales que ya introduciremos más adelante nos ajetrearon todo el pasado sábado, entre chapuzón en la piscina y maravillosa barbacoa. El día siguiente, esencia de neopreno en nuestras vidas gracias al rafting que parecía que se hallaba en otra parte del mundo. Tras pasar por Cáceres y Badajoz, como indicó Begoña, llegamos a Graus, donde las carcajadas se repetían, al igual que el CD del autobús y su Danza Kuduro o el Mi niña bonita…
Y hasta entonces, hoy mismo. Ayer, acto de apertura de la Universidad. Muchas de las residentes han aprovechado para ir a casa; las que no tenemos tanta suerte, escribimos en el blog para ahogar la pena. Otras, optan por participar en la sesión de visionado de una película totalmente en inglés (y no hacen trampa, somos testigos de ello), para mejorar el buenísimo acento que ya poseen todas ellas. Residentes, no os dejéis el paraguas. Parece que el buenísimo tiempo que hasta ahora hizo en Pamplona pasó a la historia, como era de esperar en la que es ahora nuestra acogedora ciudad.
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