Las siete piezas pertenecen a dos de sus grupos escultóricos más célebres: "El Pensador" y "Los Burgueses de Calais". Originariamente, "El Pensador" estaba incluido en la imaginería de Las Puertas del Infierno, un encargo del Museo de Artes Decorativas de París en 1880.
Rodin revolucionó la escultura con un concepto nuevo de plasticidad, esto es, dejar las obras inacabadas, sin pulir en algunas zonas, para otorgarles más expresividad. Además, también rompió con las fronteras que separaban a la obra del público: siempre quiso que sus esculturas estuvieran a ras del suelo, más cercanas, y por lo tanto más dispuestas para la interpretación de aquellos que las contemplan.
La exposición es el resultado de la actividad conjunta del Museo Rodin y La Caixa, y ya ha visitado numerosas ciudades europeas.
¡No os lo perdáis, y hasta el próximo post!
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